El feliz alumbramiento se antoja un motivo suficiente para confiar en la recuperación del lince ibérico gracias al programa de cría en cautividad que desarrollan el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía. Pero, ¿y después? El objetivo final del programa debe ser la introducción de los nuevos ejemplares en el medio natural y para ello son necesarias ciertas garantías de supervivencia que, vista la crítica situación en la que se halla la especie, parece ser que hoy por hoy no se dan.
Por ello, además de habilitar un corredor natural de tránsito entre Sierra Morena y Doñana, es necesario apostar decididamente por la recuperación del conejo de monte, elemento básico de la dieta del lince ibérico. Y habría que trabajar también, por supuesto, para desterrar las arcaicas mentalidades de esos 'cazadores' que consideran al predador su principal contrincante y de esos políticos-ecologistas que ven en el cazador un potencial destructor del medio natural.
Sería deseable un encuentro entre la administración medioambiental y los cazadores. Abandonar recelos, visiones sesgadas y desconfianzas mutuas y echarse al monte a trabajar juntos y en serio por el lince y el conejo. Al fin y al cabo, más difícil era que dos linces se unieran en cautividad. Si no, que le pregunten a Caracortada.

3 comentarios:
Muy tierna la foto. Bravo por Caracortada, un lince con personalidad. Voto por el derecho a la intimidad de estos animales.
Preciosa foto, y muy buena pinta la página. Espero que tu blog me ayude a ver esa otra cara de la caza de la que hablas.
Saludos de una ambientóloga.
Yo no lo hubiera explicado mejor
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