viernes, febrero 16, 2007

El reclamo, una trampa

La caza de la perdiz con reclamo siempre me pareció una traición más que una tradición, una muerte por la espalda. Si algo semejante ocurriera entre humanos, salvando las distancias, hablaríamos de cobardía. Porque la caza de perdiz con reclamo no es un lance en buena lid. Y por eso no frecuento la jaula.
Sé que éste es asunto delicado, y por eso precisamente me mojo, porque aquí estamos para opinar de lo delicado. Y lo difícil es decir aquí que el reclamo me parece una traición, una trampa diseñada para capturar a los más bravos y encelados del campo, precisamente. Supongo que esos perdigones serán mártires dentro de su especie.
El reclamo tiene indiscutibles ventajas si se aplica como un método selectivo, pero todos sabemos que no suele ser el caso, ni mucho menos. En Francia y en alguna isla balear, se emplean los reclamos para capturar perdices vivas y realizar una selección. Eso sí, pero de lo que estoy hablando es de otra cosa.
Pero que no defienda el reclamo no quiere decir que crea que esta modalidad tenga que abolirse, como un buen integrista del ecologismo seguramente malinterpretaría. Aunque no defienda esta caza, yo la respeto, pero si son jauleros y lo que esperan es comprensión, a mí que no me pregunten. Porque no hay mejor tradición que la de ir de frente. Digo yo.
Y ahora, al hilo de las encuestas: ¿usted qué opina?

sábado, febrero 10, 2007

Cierto optimismo

En Sociología, una de esas materias de "culturilla general" que nos enseñan, así por encima, a los periodistas en la Facultad, ¡porque hay que ver lo mal que luego informamos de todo!, pues les decía que en Sociología se analizan las respuestas debidamente estratificadas y ponderadas para dar a cada una su valor correspondiente. Por ejemplo, a la hora de sondear la intención de voto, es muy importante preguntar al encuestado qué opción votó en las elecciones anteriores para dar a su respuesta el valor correspondiente y obtener resultados más fiables.
Así, no puede tener el mismo valor la opinión de la caza de una persona que la conoce, aunque no la practique, que las respuestas de gente que nunca ha ido de caza y que basan su rechazo en prejuicios. Y esto me invita al optimismo. Y les explico.
Casi nadie duda que en una encuesta general sobre defensores y detractores de la caza en España, estos últimos saldrían victoriosos. Yo al menos no lo cuestiono. Pero también estoy seguro de que, si esa encuesta se realizara sólo en el medio rural, los defensores de la caza ganarían por mayoría apabullante.
Los que conocen nuestra afición, la hayan practicado o no, pero la sienten cerca, no rechazan la caza tan fervientemente como aquellos que, a lo mejor, no saben distinguir una liebre de una ardilla. Porque estaremos de acuerdo en que los grupos ecologistas concentran su militancia en grandes ciudades, con gente apartada no ya del mundo rural en su concepción más amplia, sino del propio campo, de las margaritas y de las amapolas.
Por eso hoy paso del pesimismo (realismo decía acertadamente uno de vosotros) a un ligero optimismo, que me hace mirar al futuro con más esperanza. Sólo hay que lograr que nos conozcan.

jueves, febrero 08, 2007

La imagen de la caza

Hallar una encuesta seria sobre la opinión de los españoles sobre la caza es muy complicado, si no imposible, porque prácticamente no existen estudios serios al respecto. El CIS, que es el centro de investigaciones sociológicas estatal y el gabinete de encuestas de referencia en España, sólo ha preguntado una vez a los españoles por la caza, y lo hizo en diciembre de 1995*.
La pregunta era la siguiente: "¿Está usted más bien a favor o más bien en contra de la caza?". Y ganaron por los pelos los detractores, con un 43% frente al 42% de partidarios. El 15% restante o no sabía o no contestó. Ahora bien, por sexos, el 51% de los hombres apoyaban la caza y, por edades, los partidarios de este deporte se concentraban en el tramo de 45 años en adelante. En cambio, entre 18 y 45 años, los detractores eran mayoría.
Pero un detalle me llama mucho la atención. El apoyo a la caza era menor cuanto más jóvenes eran los encuestados y, sobre todo, ¡a menor edad, menos indecisos, es decir, más claridad de ideas! Paradójico, ¿verdad?
Con esos datos no hace falta ser un lince para intuir que la imagen de la caza tiende a deteriorarse. Y así, ante la sequía de estudios, me he permitido la osadía de actualizar esos datos, haciendo una simulación.
Mis resultados me dicen que hoy día un 48% de los españoles sería contrario a la caza y sólo un 29% de ellos, menos de un tercio, la apoyarían. Por edades, los defensores ganan por mayoría en el grupo de 55 años en adelante y un 63% de los jóvenes de entre 18 y 24 años se opondrían a ella.
Por supuesto, no se trata de una estimación científica ni aspiro a ello, ni mucho menos. Pero la intuición me dice que, a lo mejor, hasta mi pesimismo se ha quedado corto. La imagen de la caza va a peor.
Como dice en 'Diario de caza' José Ignacio Ñudi, urge una campaña de imagen a favor de la caza. No haría falta hacer propaganda, bastaría con el realismo, con mostrar nuestra actividad tal como es, porque desgraciadamente, una gran parte de nuestros detractores basan su postura en prejuicios.
* Nota: El estudio se tituló 'Perfiles actitudinales en la sociedad española' (1995). El CIS preguntó por la caza en 1992 y 1993, pero en encuestas sólo en Extremadura.

miércoles, febrero 07, 2007

4x4 = 0

Me estoy volviendo estúpido; sí, es cierto. Me estoy volviendo idiota, supongo, porque cada vez entiendo menos lo que leo, escucho y veo.
El Ministerio de Agricultura quiere prohibir los 4x4 en caminos rurales no pavimentados. ¿Cómo? ¿Oiga? ¿Me lo explica, por favor?
El Gobierno está dispuesto a cerrar el paso a los todoterrenos "por aquellas vías de la red rural que no dispongan de pavimento de conglomerado asfáltico u hormigón, excepto en aquellos tramos en los que se encuentre debidamente autorizado y señalizado". Y cometemos el mismo error de siempre: prohibir, prohibir, prohibir... y que paguen justos por pecadores.
Que conste que no tengo 4x4, pero entiendo que esta medida parte de un profundo desconocimiento del medio rural, donde el 4x4 está muy extendido desde hace años.
Entiendo que se prohíba campar alegremente con 4x4 por Doñana, por Cazorla, por los Picos de Europa, por Monfragüe o Aiguastortes. Por supuesto, lo veo lógico. ¿Pero a qué viene prohibir, con carácter general, en tránsito por caminos de olivares, viñas o tierra calma, por ejemplo? Es más, ¿por qué, sin embargo, se permitirá el tráfico de los 'quads', que sí que están extendidos entre los niñatos que van a hacer piruetas y daño al campo?
Al final creo que al Gobierno no le va a quedar otra que empujar la palanca de cambios y dar marcha atrás antes de que desbarre por el patinazo.

domingo, febrero 04, 2007

Amigos del fraude

Hará unos meses, en el rastrillo de perros del Club de Caza, leí un mensaje de un tipo que buscaba un pointer macho, cachorro de pocos meses, la cabeza negra y el cuerpo blanco, con alguna mancha en un punto muy, pero que muy concreto, y decía que no importaba que no tuviera pedigrí. ¿A qué venía tanto detalle?
Puedo estar equivocado, pero apostaría algo a que ese tipo quería cometer un fraude. Seguramente tendría un cachorro similar con pedigrí o inscrito en el LOE, éste moriría y andaría buscando un clon para fingir que ése era el perro auténtico.
Estas cosas ocurren, no sé con qué frecuencia, pero pasan. Una vez oí a un aficionado criador decir serenamente, con toda naturalidad, que había 'colado' en una camada de pointers inscrita en el LOE a un perro de otros padres, que sólo era cinco o seis días mayor que los demás. Salvo una prueba de ADN, supongo que sería imposible descubrir el fraude.
Ignoro si el tipo del anuncio acabó consiguiendo el cachorro que buscaba. Pero sepan que, si lo ha hecho, por ahí anda suelto un granuja dispuesto a cruzar como pura sangre a un pointer que no lo es, posiblemente vendiéndolo como un falso hijo o nieto de campeones, ese reclamo que tanto se estila y que tanto deslumbra.

viernes, febrero 02, 2007

Las migas de la abuela

Está el cielo gris, llueve y hace frío. Son días propicios para las migas, una de mis recetas preferidas. La abuela me enseñó a hacerlas y aquí les paso su receta:

Ingredientes:
1 kilo de pan.
5 ó 6 chorizos de cerdo.
1 trozo de tocino de vetas.
Dos cabezas de ajos.
1 litro de agua tibia.
Aceite de oliva virgen.

Es preferible el pan duro, de varios días, de masa de bollo, pero tampoco pasa nada por mezclar pan de varios tipos. Se desmenuza a pellizcos y las migas se depositan en un recipiente. Cuando todo el pan está desmigado, se moja con agua tibia.
A continuación, cortamos los chorizos en rodajas y luego cortamos las rodajas en cuatro partes, para que nos queden trozos muy pequeños.El tocino se corta en láminas muy finas. Es conveniente que sean pequeñas también.
Se cubre la base del perol con una fina capa de aceite de oliva y, cuando esté caliente, se rehogan los ajos en camisa, sin pelar. A los dos minutos se vierten el chorizo y el tocino. Todo esto a un fuego medio.
Un par de minutos después, se vierten las migas, que han estado todo este tiempo en remojo con el agua tibia. Entonces podemos subir el fuego al máximo, siempre que no dejemos de remover el pan.
El pan irá perdiendo el agua e irá desmigándose. Es conveniente tener mucha paciencia, porque al principio no se apreciará el progreso. Llegará un punto, una media hora después -o quizás más- en que el pan empezará a soltarse y a dorarse. Cuando esto ocurra, bajamos el fuego para controlar el punto en el que nos gustan y evitar que se hagan demasiado.
Si hemos cortado el chorizo y el tocino en trozos pequeños, éstos prácticamente se confundirán con las migas. Si servimos con un par de huevos fritos y vinillo apañado, que la cama o el sofá estén cerca.