martes, diciembre 19, 2006

Volverse un perro

Aquella mañana los amigos fuimos al campo de tiro a ver cómo respondían los cachorros con las codornices de granja. Antonio las fue sembrando una a una y las dejamos un largo rato, alrededor de una hora, antes de sacar los perros. Luego los cachorros las fueron mostrando una a una, y Willy, el mejor con la escopeta de entre nosotros, las fue tirando. Pero a una de ellas se la había tragado la tierra. Batimos el campo de izquierda a derecha y de arriba a abajo, pero ni rastro de la codorniz. No la habíamos visto volar, así que debía haber apeonado. ¿Pero dónde estaba? Entonces Willy se giró y, abriendo las fosas nasales como el mejor perdiguero, dijo extrañado, como preguntando: "¿Pues no parece que me ha llegado el olor? La codorniz está ahí". Y señaló a un frondoso matorral a la entrada del campo de tiro. Al instante, los perros cayeron en muestra justo en ese punto y nosotros, cariñosamente, comenzamos a llamar a Willy el pachón.
Durante muchos años me he resistido a creer que Willy de verdad captó las emanaciones de la codorniz, aunque él jura y perjura que fue así, y me he inclinado a pensar en que el acierto fue fruto del azar o de la picaresca. Pero hoy, leyendo la sección de Ciencia de El Mundo, lo creo posible.
Científicos de la Universidad de Berkeley-California dirigidos por Noam Sobel han demostrado que el olfato humano es similar al de los perros y que, convenientemente entrenado, puede alcanzar un nivel de eficacia sorprendente. 32 jóvenes sanos de entre 18 y 26 años, de ambos sexos, han sido capaces de seguir distintos rastros con los ojos vendados y los oídos tapados, sólo guiados por el olfato, la nariz pegada al suelo como sabuesos. Pero no sólo eso. Los que recibieron entrenamiento durante 15 días, no sólo acortaron a la mitad el tiempo de búsqueda sino que desarrollaron conductas como olisquear con rapidez o buscar en zig-zag, o sea la en búsqueda cruzada, que es precisamente como suelen buscar los perros.
Si les ha fallado el perro en esta temporada que ahora termina o lo han perdido -como lamentablemente le ha ocurrido a servidor- ya saben que además de emplear el dinero en un cachorro, ahora también pueden buscarse un adiestrador personal que les enseñe a dar con conejos y perdices en el campo. Si alguno opta por ello, que me avise, por favor. Será divertido verlo entrar en las zarzas, si es que se atreve. Pueden ser los inconvenientes de volverse un perro.

miércoles, octubre 25, 2006

Mitrofán

Hace unos años, en un cajón de libros de saldo en un gran centro comercial de Sevilla, encontré casi regalado Novela de caza, del alemán Horst Stern. La obra es un relato reflexivo, por momentos filosófico, sobre la caza, los sentimientos del cazador y los pensamientos y miedos de un oso salvaje en el Este de Europa, un trofeo extraordinario que lucha por la supervivencia, aunque condenado a ser abatido en un hábitat que el progreso industrial modifica a ritmo galopante, para el desconcierto del animal. Interpreté el libro como una reflexión entre el bien y el mal en la caza, el bueno y el malo, la ética del cazador. Y por ello recomiendo su lectura a todo interesado en esta apasionante dicotomía.
Nada tiene que ver este oso del libro con Mitrofán, el que, según ha denunciado un funcionario ruso del Departamento para la Protección y Fomento de los Recursos Cinegéticos de la región de Vólogda, habría abatido el Rey Juan Carlos en una cacería en Rusia a finales de agosto. La Casa Real ha desmentido la información, según la cual el oso había sido criado en cautividad -los animales salvajes no tienen nombre-, estaba amaestrado y había sido emborrachado a base de vodka y miel para facilitar su caza, por decir algo.
El funcionario denunciante, Serguei Starostin, ha precisado que no pretende atacar al Rey, porque éste desconocía el amaño de la cacería, sino que su objetivo es dejar con las vergüenzas al aire a los ideólogos de la trampa, que por lo visto es más que frecuente en la zona, y no sólo con osos sino con otros animales supuestamente salvajes.
De ser cierto todo esto, el Rey habría caído en una trampa inaceptable que debe de tener algún responsable en España, porque alguien le debió de buscar la cacería y organizarle el viaje. Si existe este alguien, que dimita y, si no existe... ¿pueden dimitir los reyes?

miércoles, octubre 11, 2006

Conejos y perdices a millones

O a espuertas, que se diría en mi pueblo. Los censos de la Junta de Andalucía revelan que en el territorio andaluz habitan 6,2 millones de conejos y 4,4 millones de perdices. Los recuentos se realizaron en el mes de julio, tomando muestras aleatorias en cada una de las 23 áreas cinegéticas que delimita el Plan Andaluz de Caza. La Consejería de Medio Ambiente interpreta los datos con optimismo y afirma que revelan una "recuperación global" de las especies de caza menor. La comarca de Los Pedroches, la más septentrional de Andalucía, es la que presenta mayor densidad de conejos. Pero en términos generales, la Campiña de Cádiz es la zona con mayor densidad de especies: en concreto, la segunda con mayor densidad de conejos (159 por kilómetro cuadrado) y la que disfruta de mayor densidad de perdices, con la espectacular cifra de 312 pájaros por kilómetros cuadrado. El Valle del Guadalquivir, las estribaciones subbéticas entre Cádiz y Sevilla, la Depresión de Granada y Sierra Morena gozan de buenas perspectivas. Por el contrario, la situación de las especies de caza menor es deprimente en las comarcas de Baza, Filabres, Santa María y Estancias, las Sierras de Cazorla y la Subbética cordobesa.
La situación es esperanzadora. Ahora sólo falta que llueva para que se consolide la tendencia. Ojalá sea así.
(Más información en EL MUNDO de Andalucía del domingo 8 de octubre).

jueves, octubre 05, 2006

La Blaqui (y II)

Antonio, con esa sabiduría adquirida después de tantos años detrás de los pájaros en la sierra, siempre en la sierra, me leyó el pensamiento: "Asómate a ese tajo, que de ahí abajo siempre se arranca alguna". Claro que luego, cuando escuchó el disparo, pensó que el jodido niño se estaba quedando con él: "Antonio, si no fuera porque ha seguido volando hasta que la he perdido de vista, diría que va tocada". "Este puñetero chiquillo -debió de pensar él- me quiere tomar el pelo". Y no le faltaban motivos, porque llevábamos toda la mañana pateándonos el campo sin haber visto ni pelo ni pluma. Sacamos el bocadillo y yo seguía convenciéndolo de que, como él me advirtió, una perdiz se arrancó desde el pie del tajo, muy larga, que la tiré al tuntún y que hizo un raro escorzo en el aire, como dándose media vuelta, para seguir volando y perderse abajo, entre los olivos. Que sí, que no, que la madre que te parió niño, que no te burles de mí... "Oye, ¿y la perra? ¿Dónde se ha metido la Blaqui?".
Admito que el final de la historia es el previsible, pero no me resisto a contarla. Me volví a asomar al tajo y vi un puntillo negro moverse entre los olivos. Premio: la perra. ¿Y qué traía en la boca? Premio: el pájaro.
Realmente fue aquel día cuando la perra se quitó la etiqueta de El Corte Inglés. Y desde entonces no paró... de parar, se entiende. Lo más curioso, por extraordinario, cuando aquella mañana de octubre paró una liebre en el pie de un olivo en Bobadilla. Paco, Ignacio y yo viéndolas a las dos, a la perra y a la liebre, que no se atrevía a saltar porque nos veía con sus ojos saltones demasiado cerca de ella. El animal no debió de percatarse de que detrás estaba la Blaqui y la dejó acercarse tanto que la cogió viva con la boca.
Así llegamos a la fría tarde de enero en la que mi padre la halló muerta en la perrera. Y aquí terminaré de contarles historias de la perra, que me ha venido a la mente en estos días de vísperas. Al fin y al cabo, seguro que ustedes tienen anécdotas y perros mucho mejores. Me encantaría conocer esas historias.

martes, octubre 03, 2006

Un ejemplo en Gilena

Los censos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía auguran un año excelente de perdices. Uno de los mejores en la última década. Mi particular demoscopia, o sea las frecuentes salidas al campo desde la pasada primavera y el constraste de opiniones con amigos cazadores y agricultores, coincide con esta apreciación, aunque las condiciones del coto de Gilena son especiales, porque el año pasado la perdiz no se tocó. La puñetera sequía.
Pasó lo mismo a finales de los 90 -creo recordar que el 97-, cuando también se dio un año de tregua a la patirroja. Y al año siguiente, que para colmo de bienes fue prolijo en precipitaciones, vivimos la mejor temporada que recuerdo. Pero, lamentablemente, por muy optimistas que sean los censos y por muchos pájaros y muy bien criados que se vean en el campo, este año el agua está por llegar.
Por eso, en Gilena este año se ha decidido retrasar la apertura de la temporada general hasta que no llueva. Un día de caza a casi 30 grados de temperatura con más de doscientas escopetas en el campo puede hacer un daño irreparable a la perdiz. Por muy buenos que sean los censos. Y eso lo deberíamos saber todos los cazadores. Algunos pensarán que se podría abrir sólo para el conejo, y es cierto. Pero desgraciadamente aquí pagamos justos por pecadores y supongo que se prefiere no correr el riesgo de una escabechina por parte de los furtivos enmascarados bajo una licencia de caza a los que les da lo mismo ocho que ochenta.
Por el momento, me dice mi buen amigo Paco, siempre tan atento a las novedades del coto, que se maneja abrir el 23 de octubre. Pero hete aquí el weather.com (http://www.weather.com) no da ni una gota de agua en Sevilla en los próximos diez días. Qué desdicha.
Así que pendientes del cielo andamos los cazadores por estos pagos. Bien concienciados, para que luego digan. Y orgullosos de ser capaces de tomar y admitir estas medidas de las que por desgracia nunca se acaban enterando los ecologistas. Qué se le va a hacer.

domingo, octubre 01, 2006

Estoy de vuelta

No ha sido la desgana sino las vacaciones lo que me ha tenido apartado del blog desde mediados de agosto. El último post coincidía prácticamente con el comienzo de la media veda en Andalucía. Una media veda especial la nuestra, seguramente extraña para muchos, que se limita prácticamente a la caza del conejo. La codorniz aquí es una utopía desde hace muchas décadas, la paloma más o menos igual y a la tórtola le ocurre tres cuartos de lo mismo. A la tórtola común me refiero, esa que hace no muchos años tenía entradas apreciables y que ahora se ve con cuenta gotas, porque ha quedado desplazada por la tórtola turca. Ésta se ha hecho sedentaria y abunda muchísimo, pero su caza está por el momento prohibida en Andalucía.
Como decía, la media veda es la caza del conejo. Para mí, particularmente, con el perro por delante. Viendo cómo trabaja en el campo la Viola, que así se llama la podenca de Juan Antonio, me entran ganas de renegar de los perros de muestra, aunque luego negaré haber dicho esto. La perra sencillamente nos ha traído locos a Paco, a Juan Antonio y a servidor sacando conejos de entre las esparteras. Tantos que hasta perdimos la cuenta. Y, como a la mayoría de ellos ni se les veía correr entre las matas cerradas de esparto, a la perra le dio por cojerlos con la boca y ahorrarnos el trabajo. "Total, para lo que hacen éstos, termino yo la faena", debió de pensar la podenca.
Un sondeo de la opinión pública cazadora a pie de calle en el pueblo recoge un sentir unánime: Este año se han visto más conejos que otros, pero lejos aún de las mejores épocas de finales de los ochenta o principios de los noventa. Después de ver en el campo a la Viola y al Panzi, el bretón de Paco, cómo dan con la caza, la conclusión podría ser que a lo mejor lo que se está perdiendo no es el conejo sino los buenos perros. No sé. Ustedes dirán. El domingo que viene se abre la general, la perdiz. Ésa sí que me gusta. Espero traer buenas noticias.

viernes, agosto 18, 2006

Ya está bien, señoría

Ha dicho el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, en relación a los incendios de Galicia: "Por lo menos, este Gobierno no está de cacería". Les refresco la memoria. Lo dice porque los cazadores españoles tuvimos la mala suerte de que, cuando lo del Prestige, el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, y el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, estuvieran de caza. Qué mala suerte tuvimos los cazadores, decía, de que a Fraga y Álvarez Cascos les vaya ésta en vez de otra afición cualquiera. Deduzco que si a Fraga le hubiera pillado leyendo o a Álvarez Cascos jugando a la petanca, López Garrido habrían dicho ahora: "Por lo menos, este Gobierno no está leyendo" o "Por lo menos este Gobierno no está jugando a la petanca". O no, como dice Rajoy. Y, desgraciadamente, pienso que más bien no. Creo -y no es victimismo- que el portavoz del PSOE se aprovecha de la mala imagen que tiene la cacería en España para demonizarla aún más. ¿O es que pasa algo por estar de caza? ¿Se es menos diligente, menos eficiente, menos inteligente, menos capacitado para la política o más censurable por practicar la caza?
Ya está bien, señoría. En vez de decir que, por lo menos, ustedes no estaban de cacería, diga mejor dónde estaban. Aportaría más y, quién sabe, a lo mejor hasta nos llevaríamos una sorpresa.

sábado, agosto 12, 2006

El puto fuego

Ocurrió una noche de finales de julio de 2004, cuando las llamas devastaban las hectáreas por miles en los términos de El Garrobo y Berrocal. Aquella noche, Javier Rubio, Antonio Salvador y servidor, después de un cierre de edición frenético pendientes del incendio, nos tomábamos unas cervezas en la terraza del bar Tribuna, en pleno barrio de Triana. Del cielo llovían cenizas, pavesas que el fuerte viento del Norte -siempre agradecido en verano- empujaba desde la sierra a la capital. Y sobre nuestra mesa se posó una pavesa mayor que el resto que nos dejó a los tres boquiabiertos: era una hoja de encina perfecta, intacta, con las nervaduras prominentes aún, pero completamente calcinada. Aún así había sido capaz de resistir un largo viaje de casi cien kilómetros empujada por el aire. En ese momento fuimos consciente del nivel de destrucción de aquel incendio. "Puto fuego", murmuró alguno de nosotros. Al día siguiente, los coches amanecieron cubiertos de cenizas.
Ahora, los vecinos del Norte de Madrid están asustados porque huelen a quemado y hay calima en el ambiente. Las llamas están a 500 kilómetros, en Galicia. ¿Cómo será entonces la devastación en los lugares del fuego para que el humo se haga notar tan lejos? El humo, las cenizas, una minúscula hoja de encina calcinada empujada por el viento, nos abren los ojos a la catástrofe, al desastre natural del fuego, con más efectividad que las llamas que vemos por televisión.
El olor del humo y el tacto de las cenizas nos ponen en contacto directo con el infierno y nos hacen exclamar que maldito sea el fuego. Y nos hacen sentir miedo y culpabilidad. Pensemos que -salvo los originados por los rayos de una tormenta seca de verano- los incendios son obra del hombre, y no necesariamente de pirómanos. El rastrojo, la colilla de cigarro, la botella que dejamos abandonada, los papeles, las bolsas de plástico... Sí, por más que nos duela ese olor de la destrucción, la densidad del humo, nosotros somos los culpables del puto fuego. Y que no se repita.

lunes, agosto 07, 2006

La expansión del jabalí

Me cuenta Juan que en Bobadilla (Málaga) se ven jabalíes. Esto lo sospechaba desde el pasado invierno, porque había visto pisadas en una vieja charca, ya seca, que se enfanga cuando llueve. Pero ahora el casero del cortijo no tiene dudas, porque los ha visto bajar de noche al melonar.
Hace tiempo que en las revistas de caza se lee que los cochinos se extienden a un ritmo vertiginoso por toda España, que los hay en sitios donde nunca antes se vieron. Y desde que vengo leyendo esto sospechaba -más bien estaba temiendo- que los jabalíes se extendieran pronto a las zonas en las que cazo la perdiz y el conejo. Y lo temía porque el jabalí -corríjanme si me equivoco, pero es lo que he leído- perjudica a las poblaciones de estas especies de caza menor.
Pues ya tenemos cochinos en Bobadilla y me pregunto cómo habrán llegado. Los había en las sierras de Antequera, que no quedan muy lejos. El presidente de una sociedad de cazadores de Antequera ya me contó hace un par de años que un buen día se vieron sorprendidos por los jabalíes y que desde entonces celebran batidas cada año. Pero desde esas sierras al sitio donde los ha visto el casero hay un buen tirón y muchas carreteras y vías del tren de por medio.
El dato confirma la facilidad con la que estos animales se expanden y una tendencia nueva que va a modificar los hábitos de muchos de nuestros cotos. La duda ahora es saber cuál será el próximo lugar en el que se dejarán ver nuestros jabalíes.

jueves, agosto 03, 2006

Si es que no puede ser...

¡Ay, madre mía! En casa del herrero, cuchillo de palo. Convocamos un concurso para gastarnos 670.000 euros en un portal de internet y vamos y, en el anuncio del BOE, ponemos equivocada la dirección de la web de la Consejería de Medio Ambiente. Tomen nota de la buena los que quieran informarse: http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente
Y al que ha puesto el anuncio, un cartuchazo de sal en el trasero.

Portal del cazador andaluz

Hace por lo menos dos años -por lo menos, insisto- que la consejera de Medio Ambiente de Andalucía, Fuensanta Coves, le escribió a todos los cazadores, entre ellos servidor, para contarnos que pronto podríamos realizar por internet numerosos trámites, especialmente la obtención de la licencia de caza. Hasta hoy, nada. Porque la "ventanilla electrónica" de la web oficial de la Consejería de Medio Ambiente no permite realizar el proceso completo, sino que, después de todo, obliga a los interesados a acudir al banco con un impreso. Vamos, que es más operativo el procedimiento tradicional para obtener licencia en el acto.
El portal del cazador y pescador tardará todavía por lo menos 18 meses en estar operativo. Año y medio. Y eso que el concurso para construirlo se ha sacado por la vía de urgencia.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado miércoles, día 2 de agosto, la resolución de la Dirección General de Gestión del Medio Natural por la que se convoca concurso abierto para poner en marcha este portal. El presupuesto es de 670.000 euros y el plazo de ejecución de 18 meses. Hasta el 4 de septiembre se pueden presentar las ofertas de los candidatos.
Es una buena noticia, después de todo el tiempo. Como siempre es bueno que haya participación, y como cazador y contribuyente me interesa que el portal sea lo mejor posible, aquí va el enlace del BOE en el que está el anuncio:
http://www.boe.es/boe/dias/2006/08/02/pdfs/B08402-08402.pdf
Ánimo. Que concurse mucha gente para que el portal sea muy bueno y nos cueste muy baratito. A ver si lo que sobra nos lo dan para cartuchos, jejeje...

martes, agosto 01, 2006

La Blaqui (I)

La Blaqui se murió de golpe una fría tarde de enero. Mi padre me contó que a las siete y media -a esa hora ya es de noche- se la encontró muerta en la perrera, como dormida, aún caliente pero muerta.
La perra la hallé en internet. Román, de Madrid, puso el anuncio y me dijo que la madre era una setter cruzada con labrador -una garabita fina, vamos- y que el padre era el pointer del vecino, que una tarde se saltó la valla y ya se pueden imaginar. Y pese a todo, cuando me tropezaba a otro en el campo, me decía: "Hombre, Seba, qué braca más bonita te has buscado. Cuando críe quiero uno, ¿eh?". Y yo, de vez en cuando, harto de explicar que no, que el padre es pointer pero que la madre era una garabita fina y tal y tal, acababa respondiendo: "Sí, hombre; braca legítima". Y allá que se iba el amigo soñando con el cachorro que algún día llegaría.
Como era negra, y en homenaje al cocker de una familia irlandesa con la que conviví dos veranos, le puse Blaqui, al castellano modo.
La primera vez que la saqué al campo, en un buen verano de conejos, se me cayeron los palos del sombrajo, como se dice, cuando la perra se echaba al suelo y empezaba a tiritar cada vez que sonaba un tiro. "Esta perra es del Corte Inglés", bromeaba Antonio. Y servidor, que es cabezón de diámetro y profundidad, se empeñó en que la Blaqui fuera cazadora.
El verano siguiente, en una de esas tardes de campeo para coger fuerzas de cara a la media veda, la Blaqui se quedó de piedra y arrancó su primer conejo. El miedo a los tiros se esfumó el primer día de cacería y la Blaqui comenzó a pararlo todo, conejos, liebres, perdices... y a cobrarlo todo. "Vaya con la perra del Corte Inglés", me dijo Antonio sorprendido. "Si vas a que te devuelvan el dinero, los arruinas".

Continuará...

NOTA: La de la foto no es la Blaqui, sino una braca (legítima, jejeje) en tierras de La Colilla (Ávila).



Foto: Blog de Caza

jueves, julio 20, 2006

Manifestación de rehaleros

En uno de esos episodios desternillantes de Cálico Electrónico (http://www.calicoelectronico.com), el superhéroe más castizo jamás nacido, el cómico pacificador, abrumado por la paliza inclemente a la que lo somete uno de esos terribles enemigos que amenazan a la humanidad, se pregunta: "¿Por qué tanto odio?".
Los rehaleros andaluces, ante las medidas sanitarias "desproporcionadas" que les exige la Consejería de Agricultura y Pesca, se preguntan: "¿Por qué tanto rigor?". Y es que sostienen los rehaleros que la imposibilidad de cumplir las exigencias de la Junta de Andalucía llebará a la suspensión de monterías, ganchos y batidas la próxima temporada.
El conflicto tiene su origen en la obligación de desinfectar los vehículos de transporte de rehalas en unos centros autorizados por la propia Administración. En cambio, según los la Asociación Española de Rehalas, estos centros aún no se han creado en cantidad suficiente para atender a toda la demanda existente en Andalucía.
Las reuniones mantenidas entre los rehaleros y la Consejería de Agricultura y Pesca se han saldado sin acuerdos. "La Administración se mantiene inflexible en esta postura", denuncia la Asociación Española de Rehalas en un comunicado, "sin explicar a qué viene este desmesurado rigor, ni el riesgo sanitario que lo motiva".
El conflicto se terminará de servir mañana viernes, con una manifestación de rehaleros en Sevilla. Avisan de que las consecuencias para la caza serán "devastadoras" y quizá por ello la Junta de Andalucía podría preguntarse: "¿Por qué tanto alarmismo?".

lunes, julio 03, 2006

Ya está aquí

Será el día 9 de julio, domingo. Y no es la final del Mundial de Alemania. Este domingo se abre la temporada de caza en Andalucía con el inicio del periodo hábil para el conejo. Del 9 de julio al 10 de septiembre se podrá cazar el conejo, con perros sólo a partir del 15 de agosto. La media veda -codorniz, tórtola, paloma y córvidos- irá del 20 de agosto al 17 de septiembre, salvo en la zona costera gaditana. Además, se prohíbe la caza de la codorniz en algunas zonas de la provincia de Huelva, por la similitud con el torillo, en peligro de extinción.
El 8 de octubre comenzará la temporada general para la caza de la perdiz, la liebre, la becada (nuestra amiga la pitorra) y el resto de especies cazables. A partir de ahí, el conejo podrá cazarse hasta el 3 de diciembre; la perdiz, la liebre, la becada y el zorro, hasta el 31 de diciembre; la paloma torcaz, hasta el 4 de febrero, pero desde el 6 de enero sólo en puesto fijo. El zorzal se comenzará a cazar el 5 de noviembre y, desde Año Nuevo hasta el 28 de enero, solamente en puesto fijo.
Las acuáticas, de 8 de octubre a 28 de enero, salvo en la provincia de Almería, donde está prohibida su caza. Todos los días son hábiles, excepto en el entorno de Doñana, donde se retrasa la apertura al Día del Pilar y sólo se podrá cazar los sábados, domingos y festivos.
El periodo hábil de la perdiz con reclamo depende de la zona, pero por lo general va del 8 e enero al 25 de febrero. Algunas zonas retrasan la apertura y alargan el cierre al 31 de marzo.
En cuanto a la caza mayor, los periodos hábiles van de 14 de octubre a 11 de febrero para el ciervo, gamo, miflón, arruí, cabra montés y jabalí. El corzo, de 10 de julio al 15 de agosto y del 5 de marzo al 15 de abril.
Existen algunos matices. No hay cambios significativos con respecto a años anteriores, solamente los ajustes de fechas exactas de los sábados y domingos. Espero poder colgar en pocos días un cuadro exacto con las fechas, días hábiles y cupos. Mañana se publicará en el BOJA.
El que vaya a salir el domingo, que comience a disfrutar. Yo, personalmente, me dedicaré a campear a los perros. Que hay que ponerlos a punto para el 15 de agosto.

domingo, julio 02, 2006

Una pitorra en Sevilla

La ardentía del quince -que se dice en Sevilla- no me dejaba dormir y eché mano del bicarbonato con zumo de limón, el remedio santo de mi padre. Pensé que estoy obsesionado con la cacería cuando me pareció ver una becada serigrafiada en azul sobre el plástico que envuelve mi particular panacea para los males de estómago. ¡Qué coño, si es verdad! Resulta que el bicarbonato es de marca 'La pitorra'. Y, si ustedes se van al diccionario de la RAE, podrán comprobar que pitorra es sinónimo de becada, o sea de chocha perdiz.
Si la pitorra me sacó del duermevela, descubrir que la marca se fabrica en Mairena del Aljarafe, Sevilla, me despertó de golpe. ¿Y si alguna vez existieron por aquí las becadas? ¿Y si pasó con ellas lo mismo que con las codornices del tío Desiderio? Prometo investigar, enterarme. Y contarlo, por supuesto. Hasta pronto. No es pitorreo.

miércoles, junio 07, 2006

Las codornices del tío Desiderio

El tío Desiderio solía llegar a la casa con un buen manojo de codornices. Eso me lo cuenta la abuela Josefa, a sus 88 años de insultante memoria. El tío Desiderio era, en realidad, su cuñado: el marido de su hermana mayor, la tía Rosario, que nació en el año uno. Pero ella lo llama "tío" por esa curiosa (y supongo que universal) costumbre de las abuelas de nombrar según los nietos. Y debía de ser por los años treinta cuando el tío Desiderio, que era un gran cazador, llegaba a la casa cargado de codornices. La abuela se acuerda bien.
El tío Desiderio cazaba en los mismos campos que me ando y me desando desde hace más de veinte años, primero de morralero y después con la escopeta al hombro. Y en todo este tiempo, nunca, jamás, he visto arrancarse una codorniz. Salvaje, por supuesto.
Algunos van contando por el bar que en no sé qué sembrado, el año pasado cobraron no sé cuántas codornices. Pero no sé yo qué pensar, porque nunca las veo...
¿Dónde se fueron aquellas codornices de los tiempos del tío Desiderio? Me pregunto cómo ha podido cambiar tanto el campo en tan poco tiempo. Y me preocupa pensar que quizá, sin darnos cuenta, estemos haciendo lo mismo, poco a poco, sin corregir nuestros errores.
O nos tomamos en serio la conservación de las especies de caza o mucho me temo que, dentro de 70 años, se recordarán con añoranza aquellas viejas perdices del tío Sebastián.

sábado, junio 03, 2006

¿Y el poder?

Muchos cazadores. Mucho dinero. Mucha afición. Del orden de 800.000 aficionados en España es una cifra más que respetable. Una aportación al PIB de en torno a 3.000 millones de euros al año es mucho, mucho dinero. Y pasión. Eso que tanto se busca afianzar en las líneas de perros de caza está perfectamente asentado está en la genética del cazador, que es por definición un apasionado de este deporte. Son los ingredientes básicos para el poder. Y todo esto lo tenemos ya los cazadores.
A nadie escapa que con socios, dinero y afición se puede alcanzar una cuota de poder interesante en los ámbitos de decisión. A las grandes empresas les basta con tener dinero y muchos empleados para ser un poder fáctico. Y eso que les falta la afición al trabajo. Los grandes clubes de fútbol explotan al máximo estas tres cualidades para ejercer su poder. La misma Iglesia. En ciertos ámbitos geográficos, también las hermandades, los clubes sociales... las organizaciones ecologistas.
Da la impresión de que los cazadores no disfrutan en España de la influencia que, en teoría, les correspondería por número y por capacidad de generar negocio, a pesar de ser un colectivo muy apasionado en la defensa de su actividad. Y quizá sea cierto. La falta de poder se debe a falta de organización.
La Federación Española de Caza, que puede representar a una mayoría pero no a todo el colectivo, ejerce esa influencia de manera intermitente y sólo aparece en momentos críticos. Los cazadores españoles carecen de representantes que ejerzan esa influencia que necesita la caza, principalmente, para despojarla de una vez por todas de esa imagen aniquiladora del medio ambiente. Y, llegado el caso, para ser oídos donde se toman las decisiones.

miércoles, mayo 31, 2006

El taco

Propongo a los académicos de la lengua cinegética un cambio en el diccionario venatorio. Una actualización a los tiempos que corren. Pido que se modifique la que, hasta ahora y con razón, ha sido la primera acepción de "taco" en la jerga cazadora, referida al trago de vino y a las vituallas de la media jornada. El taco ya no es eso principalmente. El taco -dícese también de "la leña"- es el dinero que mueve la caza. Y, entre otros, la Junta de Andalucía está en el taco.
Sólo por tasas de licencias de caza, la Junta de Andalucía recauda cada año más de cuatro millones de euros. En los cinco últimos ejercicios, la Consejería de Medio Ambiente ha recaudado la friolera de más de 21 millones de euros por estas tasas.
Uno pone el ejemplo de Andalucía porque es el que conoce y éstos son los datos de que dispone. Pero no hay que ser Caracortada para suponer que en otros pagos -las dos Castillas, Aragón, Asturias, el País Vasco...- las administraciones deben de andar igualmente entacadas gracias a esta afición.
Y tengan ustedes en cuenta que la licencia de caza es de lo más asequible. Sumen nada más que el precio del seguro y la cuota de la Federación Española de Caza, en la inmensa mayoría de los casos. Mucho dinero, ¿verdad? Quien dijo que en España la caza mueve 18 millones de euros al año se quedó corto.

Foto: Blog de Caza

miércoles, mayo 24, 2006

Talandia

Que no. Que no le falta una letra al título, que no es Tailandia sino Talandia de lo que quiero hablar. En Tailandia he pasado las últimas dos semanas por una causa de anillamiento que poco tiene que ver con los pájaros de Bangkok. Me fui de Sevilla a Tailandia el 5 de mayo y ahora descubro, a mi vuelta, que Sevilla se ha convertido en Talandia.
Los pájaros de Sevilla (cuidado, que no me refiero a los taxistas) deben de andar desorientados porque les están talando la arboleda. Talar, talar, talar... Es el verbo que mejor se conjuga en Sevilla estos días. Que hay que hacer un tranvía... se talan los naranjos y los plátanos de sombra. Que el metro tiene que pasar bajo el Guadalquivir y estorban los palmitos centenarios de Río Grande... llamen a Black & Decker. Y, por si fuera poco el estropicio, se nos va la mano fumigando y al carajo con las tipuanas de la isla de la Cartuja...
Ignoro si a Sevilla le hace falta un tranvía. Pero basta darse un paseíto por sus calles para darse cuenta de que necesita sus árboles. Los toldos de Sevilla se llaman Quitasol y al alcalde de mi Talandia le podrían poner el Quitasombra. Que nada impida tener una cinta que cortar el año que viene. ¡Quién sería el lumbreras al que se le ocurrió plantar los árboles! Seguro que el muchacho era cazador.

Foto: Jesús Morón

jueves, abril 20, 2006

Malditos sean

Ojeó el periódico de la mañana y se dio de bruces con la cruda realidad: "Detenido un cazador por matar un águila imperial". Cuatro columnas en el diario.
- Maldito sea -murmuró mientras sintió que se le atragantaba el primer buche de café.
Pensó que es imposible saber cuántos linces, ciervas, buitres o águilas se abaten cada día en España sin que trascienda la noticia. Trató de imaginar el gozo de los asesinos, la mala fe con la que perpetran sus crímenes premeditados, la saña... El café amarga. "Malditos sean".
A él le encantaría tropezarse con alguno de ellos en el campo un día cualquiera, sorprenderlo antes de apretar el gatillo. Seguramente, huiría acobardado. A él le gustaría ver el rostro del criminal, saber su nombre y sus apellidos. Y denunciarlo.
Pero le amarga saber que en el periódico -y luego en la radio y en la televisión- al asesino lo llamen cazador. ¿Qué es entonces un furtivo? Le molesta que pasen estas cosas. La culpa será de la ignorancia.
Apura el café -amargo ya- y se mete en el coche. Llueve. Se lleva la mano al muslo. Cuando cambia el tiempo, se resiente de la vieja herida. Dichosa quemadura, que se hizo aquel verano del 93 cuando lo del incendio. "El monte ardía -piensa ahora- y sólo acudimos los cazadores". Ellos sí que lo son. Los otros, furtivos sean. Y malditos.



miércoles, abril 05, 2006

Los políticos y la caza (I)

El diputado del PP Teófilo de Luis ha definido el espíritu de este blog en una reciente intervención en el Congreso de los Diputados: "Al que caza, hoy se le debe contemplar como una persona firmemente comprometida con la conservación del medio natural" -afirma el diputado-, porque sin la conservación del hábitat -prosigue certeramente- "es absolutamente imposible que existan especies cazables".
De Luis viene demostrando desde hace años que sabe de caza, que le gusta la caza y que está decidido a defenderla donde haga falta. Y donde más falta hacen los defensores de este deporte es en las altas instituciones del Estado, en los foros donde se toman las grandes decisiones.
Al PSOE, que tiene en altos cargos a reconocidos cazadores, también se le presupone su apoyo a la caza. Sin embargo, no se le ha apreciado una defensa decidida de la actividad cinegética, quizás temiendo perder la gracia de una parte de su electorado.
Así, la diputada socialista Manuela Holgado, estuvo tibia, muy tibia, en su réplica a la intervención de De Luis. Aunque defendió la caza como sector capaz de generar riqueza, cayó en el peor de los tópicos al definirla como "uno de los fenómenos socionaturales que más pasiones y más críticas genera. De ahí que cuente con un importante número de defensores como de detractores". Pero, ¿y los datos?
El de defensores ya lo conocemos. La Federación Española de Caza tiene 400.000 miembros y se estima que el número de cazadores puede ser el doble, teniendo en cuenta que hay un millón de licencias de escopetas de caza y tiro. Sin embargo, no hay ninguna estadística cierta sobre cuántos son sus detractores y tampoco la ha aportado su señoría.
Así, por mucho que resalte esta diputada el dinero y el empleo que genera la caza, cayendo en ese lugar común ayuda a alimentar la falacia de que unos son tanto como otros.
El día en que los cazadores se echen a la calle, ay ese día, se podrían aclarar las dudas.

viernes, marzo 24, 2006

Que le pregunten a Caracortada

Le pusieron Caracortada, pero más que el rostro lo que tenía cortado era el punto y fue desechado por falta de libido. El lince no era tan felino como se le suponía -o quizá es que fuera demasiado pudoroso- y el caso es que tuvieron que buscar a otros de su especie dispuestos a cumplir la impúdica encomienda de aparearse en cautividad, en público vamos. Y lo consiguieron. Garfio y Saliega dieron al mundo los tres primeros linces nacidos en cautividad -Brezina (i), Brezo (c) y Brisa (d)- y se conviertieron en algo así como el Adán y la Eva del lynx pardinus en el paraíso de Doñana. Ahora, Saliega -que tiene una biografía en la edición inglesa de Wikipedia- acaba de dar a luz a dos nuevos cachorros. Y el parto fue visto en directo por televisión. Excelente noticia.
El feliz alumbramiento se antoja un motivo suficiente para confiar en la recuperación del lince ibérico gracias al programa de cría en cautividad que desarrollan el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía. Pero, ¿y después? El objetivo final del programa debe ser la introducción de los nuevos ejemplares en el medio natural y para ello son necesarias ciertas garantías de supervivencia que, vista la crítica situación en la que se halla la especie, parece ser que hoy por hoy no se dan.
Por ello, además de habilitar un corredor natural de tránsito entre Sierra Morena y Doñana, es necesario apostar decididamente por la recuperación del conejo de monte, elemento básico de la dieta del lince ibérico. Y habría que trabajar también, por supuesto, para desterrar las arcaicas mentalidades de esos 'cazadores' que consideran al predador su principal contrincante y de esos políticos-ecologistas que ven en el cazador un potencial destructor del medio natural.
Sería deseable un encuentro entre la administración medioambiental y los cazadores. Abandonar recelos, visiones sesgadas y desconfianzas mutuas y echarse al monte a trabajar juntos y en serio por el lince y el conejo. Al fin y al cabo, más difícil era que dos linces se unieran en cautividad. Si no, que le pregunten a Caracortada.


sábado, marzo 11, 2006

Yo no maté a Bambi

La imagen del cazador español es la peor del último millón de años, o sea desde el Hombre de Atapuerca. Y la culpa es de la manipulación de ciertos ecologistas interesados en acabar con la caza y que saben aprovecharse bien del desconocimiento general que nuestra sociedad urbana tiene del campo y de la cacería. Por eso, han logrado que el cazador sea visto como una suerte de "asesino" que se disfraza de Rambo para matar despiadadamente a animales indefensos. Ahorca los galgos y abandona a los perros en las carreteras cuando dejan de serles útiles al terminar la temporada de caza. Y así, a base de tópicos y falsedades, que tienen su eco en medios de comunicación generalistas en los que raramente hay alguien que sepa de verdad en qué consiste la caza, se ha logrado construir una especie de mundo ideal para los que quieren acabar a toda costa con este deporte. Los anticaza parten con una gran ventaja: están bien organizados y hacen ruido. Contrarrestar la manipulación es tan sencillo como decir la verdad. Y para eso estamos aquí, para gritar a los cuatro vientos que yo, cazador empedernido, no maté a Bambi. Ni lo habría matado nunca.

miércoles, marzo 01, 2006

Trabucazo de Bienvenida

Cierra los ojos e imagínate arriba en el monte, de pie sobre una piedra, la cara levantada y los brazos abiertos. Siente la fuerza del viento sobre tu rostro. Huele a jara y a tomillo. Respira profundamente y toma fuerzas para seguir, el perro por delante, detrás de las perdices. Si sientes algo parecido a la felicidad, bienvenido.