domingo, mayo 13, 2007

Apuntes desde el volante

Buena parte de mi trabajo consiste en la observación. Un periodista debe ser ante todo una persona con los ojos abiertos y uno lo intenta, aunque a veces, lo admito, pasan las noticias por delante y sin que uno sea capaz de cazarlas. Ahora que lo pienso, el periodista y el cazador tienen muchas cosas en común. Habrá que escribir algún día de ello.
Y cuando viajo intento ser fiel a esa costumbre observadora. Desde el coche los campos no es que se divisen bien, sino todo lo contrario, pero una reciente ruta desde Sevilla a San Sebastián pasando por Extremadura, Madrid y las dos Castillas me ha servido para obtener los siguientes datos.
Ni una sola perdiz avistada. Un conejo a la altura de Lagartera. Mucha rapaz de Sevilla a Cáceres y mucha urraca en adelante. Por Burgos preciosos campos para soñar cazando detrás de un perdiguero cazallo. Y en el País Vasco verde, mucho verde, y bosque, mucho bosque. Setter.

No hay comentarios: